ENTREVISTA A LA BAILARINA ANA CAPILLA
Que en Yimby nos gustan los eventos culturales no es ningún secreto. Ya sean a través del club Por amor al arte, del que formamos parte o eventos externos que vienen a nuestros espacios, cualquier forma de arte es bienvenida. Hoy entrevistamos a la bailarina, coreógrafa y creadora visual Ana Capilla, una maravillosa artista que, precisamente, formó parte de la última edición de dicho club cultural y nos ofreció una maravillosa performance.
Bailarina en sinergia en muchas ocasiones con otras artes y artistas, se licenció en danza clásica y está formada en contemporáneo, kundalini yoga y meditación. En 2013 creó su propia compañía, con la que actualmente tiene una obra en gira “Cajita de música”.
Artista invitada en multitud de eventos cercanos como el Bilbao Art District o el Festival BAD, su videodanza “Tránsito´s”, por ejemplo, se ha podido ver en festivales de lugares mucho más lejanos como Estocolmo, Rio de Janeiro o Sevilla. Además, colabora con el artista y compositor Kike Mora, actuando en sus conciertos en directo, como en el Festival Heineken Jazzaldia o en el Palacio Euskalduna.
En esta entrevista conocemos un poco más a Ana Capilla, nos cuenta su experiencia en Yimby, cómo ha vivido el 2020 y cuáles están siendo sus actuales proyectos.
¿Cómo ha sido tu experiencia en Yimby como espacio para eventos en general? ¿Qué destacarías de nuestros espacios como valor diferencial?
Ha estado muy bien. Destaco la versatilidad en los diferentes espacios. Y su hermoso patio, por supuesto.
En enero, realizaste una coreografía en Yimby en la 4ª Edición del club cultural “Por amor al arte”. También, el año pasado, realizaste algunos ensayos en nuestros espacios. ¿Cómo valoras los espacios de Yimby para la realización en concreto de actividades culturales como las tuyas?
Para la danza, que es mi área, tienes mucho espacio en las instalaciones de Yimby. Y esto es algo que valoramos mucho los bailarines.
¿Te planteas futuras colaboraciones con Yimby?
Sí, estaré encantada de poder seguir colaborando.
El año 2020, que no hace tanto hemos finalizado, ha sido un año “diferente”. ¿Cómo ha cambiado este año tu actividad?
A nivel artístico bastante, porque todo está en el aire. No sabes si saldrá adelante el trabajo ya que normalmente siempre se programa con varios meses vista.
Se hace bastante difícil porque ya, en circunstancias normales, ésta es una profesión que implica mucha constancia y voluntad. Aún así, continúo la labor artística y sigue habiendo proyectos pero voy más tranquila con ellos.
Además vivo de dar clases de danza, yoga, meditación, danza yoga, pilates y en ese nivel, aunque por suerte siguen siendo algunas presenciales, también hay alumnos que se conectan online. Las clases las mando grabadas también, para apoyar en esta situación a las personas. Todas las actividades que organizo son ahora presenciales y online.
¿Cuáles son tus planes a corto plazo? ¿Son diferentes a como hubieran sido si el 2020 hubiera sido un año “normal”?
Sí, siento que vivimos en otra realidad, que también ha traído cosas positivas. Por ejemplo, al tener más tiempo, abrí mi propio espacio para Kundalini Yoga, que es el yoga que practico, y para todo el resto de actividades que realizo. Esto me ha hecho feliz.
Así que mi presente está ahí. También con las actuaciones que se van pudiendo cerrar en el calendario de la obra que actualmente estoy promoviendo, “Cajita de música”. Esta obra se estrenó en el Umore Azoka y ha ido muy bien, estamos muy contentos con el resultado.
¿Consideras que este año te has reinventado de alguna manera, como han tenido que hacer otros muchos artistas, empresas, etc.?
Claro, ha sido una adaptación continua para sacar adelante el trabajo.
En esta obra de la que os hablaba por ejemplo, hay una parte que se tuvo que adaptar. Como es una obra para realizar en la calle generalmente, la interacción con el público ahora es diferente y teniendo mucho cuidado siempre con las distancias. Yo empleo bastante la cercanía con el público y ahora mismo eso se queda fuera. Aun así, el groso de la obra se desarrolla con normalidad a través de toda su coreografía.
También este confinamiento nos ha traído mucho tiempo que he aprovechado para recibir cursos online. Esto es algo positivo ya que el uso de la tecnología nos ha acercado mucho. He tomado cursos con formadores y profesores de Italia, Inglaterra, Estambul e India, además de gente de la península. Además, ahora, a mis clases, no acuden solo personas de Bilbao o de la zona.
¿Cómo ves el sector de los eventos culturales a partir de ahora? ¿Los nuevos “tipos” de eventos, con un componente online por ejemplo, han llegado para quedarse? ¿O volveremos a los eventos a los que estábamos acostumbrados?
Han llegado para quedarse, de eso estoy segura porque hemos aprendido a organizarnos la vida de otra manera. Si me interesa un evento de otra ciudad u otro país incluso, ahora es posible asistir. El mundo se globaliza más con ello, desde que aparecieron las tecnologías no ha parado de pasar. Pero por supuesto, sin ninguna duda, nunca será igual que estar en directo, viviendo en vivo el evento.
Y espero que nunca perdamos el sentido de ese valor añadido de la experiencia en vivo.
Cuéntanos un deseo para este 2021
Que las personas nos demos cuenta de lo esencial en la vida. Que nos llenemos de ello en vez de con cosas que realmente no se necesitan. Así seremos felices, desde nuestra esencia, compartiéndola con todo el mundo y sabiendo que todos somos iguales, que el otro es otro tú. Que elijamos cosas en pro de la vida y del alma y que aprendamos a amar y cuidar la naturaleza.
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